En alguna ocasión os he hablado (concretamente en Constantine) del sello Vertigo dentro de la editorial de comics DC. Por si no lo recordáis, las colecciones bajo este departamento son más adultas y con menos censura que su hermana superheroica. Esta vez la película que me ocupa es la de Los Perdedores (The Losers en su versión original), que quizá allá por 2010 pasara desapercibida para muchos.
El equipo de Fuerzas Especiales de los EEUU conocido como Los Perdedores ha sido traicionado por su propio jefe. Es por ello que el equipo dirigido por Clay (interpretado por Jeffrey Dean Morgan) y formado por Roque (Idris Elba), Jensen (Chris Evans), Pooch (Columbus Short), y Cougar (Óscar Jaenada), quedan abandonados a su suerte en Bolivia. Allí, Clay es abordado por Aisha (Zoe Saldana), quien le ofrece información y medios para poder vengarse de quien les traicionó, el vil contratista Max (Jason Patric). Aunque puede que suponga el trabajo más costoso de su vida.
El aspecto visual no es quizás lo que más destaca de esta película. Las explosiones por doquier no están mal representadas, pero el resto de efectos especiales dejan bastante que desear, afortunadamente no hay demasiados en todo el metraje. En la banda sonora en cambio encontramos algunas perlitas, sin ir más lejos Don’t Stop Believin’ de Journey, tema que se repite a lo largo de la cinta y hacen totalmente suyo.
El elenco, como bien habréis podido comprobar un poco más arriba, está lleno de celebridades ahora del todo conocidas. Lamentablemente algunas interpretaciones están por pulir en esta película. Aunque eso no quita que algunos destaquen más que otros, y estos para mí son Zoe Saldana y Chris Evans por méritos propios aquí. La dirección corre a cargo de Sylvain White, adaptando el cómic original de Andy Diggle y Jock.
Partiendo de cierta base, el cómic no era nada del otro mundo. En él nos contaban la historia de estos black-ops renegados muy parecida a lo que estamos viendo en la película. Por lo tanto como adaptación es genial, pero la trama no es que sea la panacea. Ojo, esto no quita que consiga lo que pretende: entretener sin tapujos. Claro, que hay que tener también bien claro que estamos ante una americanada de acción de principio a fin.
Resumiendo, Los Perdedores es una película de acción desenfadada que encuentra lo que busca: entretenimiento puro y duro. Aunque realmente el verdadero aliciente reside en el elenco.
Es como darle un revolver a un niño de seis años: nunca sabes como acabará, pero seguro que sale en los periódicos.
